Título original: Tetsuo, the Iron Man
Año: 1989
País: Japón
Director: Shinya Tsukamoto
Guión: Shinya Tsukamoto y Kei Fujiwara
Fotografía: Shinya Tsukamoto
Reparto: Tomorowo Taguchi, Kei Fujiwara, Nobu Kanaoku, Renji Ishibashi, Naomasa Musaka, Shinya Tsukamoto
Productora: Kaijyu Theater
Género: Terror/Ciencia ficción
De sobra es sabido que el cine de terror japonés no tiende a contar sus historias de una manera sencilla, no sobreexplican, no dan el contenido mascado. Obligan a pensar y darle vueltas a lo que se ha visto e intentar que se conciba una opinión fundamentada en torno a ello. Shinya Tsukamoto pretende eso mismo en Tetsuo, y que resulta ser una de las películas más puras del subgénero cyberpunk jamás hechas. Puede ser que por ello no sea una película apta para todos los públicos (y estómagos), pero la muestra de dominación de las máquinas sobre el ser humano y la crítica a este hecho son requisitos necesarios que la hacen pertenecer a dicho subgénero y cumplir en ese aspecto.
No sólo critica la industrialización y cómo las máquinas controlan prevalecen cada vez más sobre la sociedad, sino que lo relaciona con las perversiones de algunos de sus personajes, llegando incluso a atacar al ser humano y su sentimiento de culpabilidad ligado a extraños fetichismos que lo llevan a su decadencia y la instauración de un régimen en el que sólo reina el metal.
En su momento resultó ser una película innovadora en cuanto a estilo y técnica visual, con un acelerado montaje y efectos especiales perturbadores, acompañados por una banda sonora compuesta casi en su totalidad con instrumentos de percusión metálicos y un uso realmente interesante del stop-motion. Toma como referencia elementos de otra de las más importantes obras de cyberpunk jamás escrita, Akira (Katsuhiro Otomo, 1982-1990), así como la tendencia artística conocida como onirismo para mostrar gran parte de las imágenes del filme.
Con todo y con ello, puede que haya gente que la quite nada más empezar, ya que desde su comienzo despliega parte de su arsenal con la intención de preparar al espectador de lo que se avecina en los siguientes sesenta minutos de metraje. Es posible que no entienda lo que está sucediendo debido al exceso de imágenes desconcertantes y un ritmo muy acelerado, unido a los momentos más hardcore de ella, lo que hace que a veces se sienta algo pesada. Pero deténgase por un momento y analícela, porque también cabe la posibilidad de que consiga ver más allá de lo mostrado y se de cuenta de que no es para nada descabellado que la tecnología se esté apoderando del ser humano poco a poco, con la existencia de los smartphones que idiotizan y absorben a las personas, así como la obsolescencia programada y el deseo imparable por tener lo mejor.
Lo mejor: La crítica a la tecnología que se abre paso sin problemas y sirve como elemento de dominación del ser humano.
Lo peor: Es muy probable que no sea apta para todos los públicos.
Puntuación: 8/10